miércoles, 20 de junio de 2012




LATÍN CULTO O CLÁSICO Y LATÍN VULGAR O ECLESIÁSTICO


Vale aclarar que este tema tampoco vamos a estudiarlo con profundidad como tal, tan sólo vamos a tener en cuenta algunos aspectos que nos interesan para llevar adelante la materia. En cuanto al latín vulgar, tardío o eclesiástico (que serían más o menos los mismo o al menos parecidos), o latín culto, científico, clásico, etc. (que también sería más o menos lo mismo entre este segundo grupo de nombres), nos interesa conocer, para la materia, lo que vamos a necesitar, en esta primera etapa, para llevarla adelante, desarrollarla, practicarla y aprenderla.

A mis alumnos les recuerdo que en la cátedra pueden usar la pronunciación que quieran, pero siempre deben tratar de mantener continuidad en el estilo que elijan, y si comienzan un diálogo o lectura pronunciando, por ejemplo el latín eclesiástico no estaría bien que se terminara pronunciando en el latín clásico.

Otro dato muy importante es el siguiente, y que ya lo charlamos durante las horas de clases. La materia está MUY orientada a lo Católico, no sólo por el estilo del colegio sino también por el estilo y convicciones del magistri (o sea yo) que dicta la materia Cultura ClásicaIdioma. Por lo antes dicho, tenemos que pensar también que habrán algunos temas en los que nos veremos obligados a leer, rezar comunitariamente, cantar y/o responder en el Santo Sacrificio de la Misa con el uso del latín eclesiástico.

En otras palabras, vamos a aprender las dos pronunciaciones y de acuerdo al gusto personal, tiempo o espacio, se hará el uso de la fonética.

LATÍN CULTO:

Podemos decir del latín culto que es aquel que se hablaba en los sectores instruidos de la sociedad romana, los sectores literarios o helenizados. Cicerón fue el mayor influyente en la elevación, purificación y fineza del latín.
Este latín es el que pasaría hasta nuestros tiempos, especialmente, a los claustros universitarios. Pero sepamos también que este latín no tuvo continuidad en el uso por parte de los romanos más instruidos, ya que la clase aristocrática, que fue la única que lo hablaba, no estuvo siempre en los cargos distinguidos de la sociedad debido a los conflictos civiles que se llevaron a cabo en Imperio y, perdiendo estos sus lugares de privilegios, otros con menos instrucción los ocuparon, lo que nos hace calcular cuales fueron las consecuencias de estas causas en el latín culto.


LATÍN VULGAR:

Este latín fue aquel que habló la clase popular o iletrada de la Antigua Roma. Difería del latín culto porque este carecía de las influencias del saber helénico, saber que fuera la fuerza y sustento del latín clásico.

LATÍN ECLESIÁSTICO:

En fin, el latín eclesiástico, es aquel que fue apareciendo después de los tres primeros siglos después de nuestro Señor, debido a las exigencias pastorales y a que debió acuñar muchas nuevas palabras para dar razones de la Fe.
Este latín es aún usado para documentos oficiales de la Iglesia, para los cantos gregorianos, para el rezo de la Misa (si no se hace en lenguas vernáculas), o incluso, no pocas veces para el rezo en distintas prácticas de piedad. 
Debemos tener muy en cuenta que el latín es la lengua oficial de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

El latín eclesiástico no presenta diferencia gramatical con el latín clásico, la diferencia se daría en la fonética y a continuación intentaremos verlo.

Antes que nada debemos conocer las letras que tiene el latín. El abecedario latino, derivado de un alfabeto griego, es esencialmente, el mismo que el español. Consta de los 23 signos siguientes:
           A B C D E F G H I K L M N O P Q R S T V X Y Z
      a  b  c  d  e f  g  h  i  k  l m  n  o  p  q  r  s  t  u  x  y  z

Siguiendo el libro “Gramática de la lengua latina” de E. V. Fiol leemos lo siguiente sobre la pronunciación del latín: En muchas ediciones modernas de textos latinos se usa, además, la j para designar el sonido de la i consonante; ejemplos: juvenil, jam. También suelen distinguirse los desvalores de la u, escribiendo v cuando es consonante, como en video, y u cuando es vocal, como en unda, nosotros mantendremos el signo i para los dos sonidos, vocálico y consonante, pero distinguiremos, para evitar confusiones, entre u vocal y v consonante.

VOCALES: las vocales latinas son cinco como en castellano:
A E I O U
Su pronunciación es la misma que en nuestra lengua. Las vocales i, u, ante otra vocal y formando sílaba con ella, tienen valor consonántico. Cuando u sea consonante, la escribiremos con v.

DIPTONGOS: en latín se encuentran los diptongos siguientes: ae, au, oe y menos frecuentes, ei, eu, ui.
            Ae, oe se escriben a veces æ  œ y en latín vulgar y tardío se pronunciaba “E”; ejemplos: rosæ (rose), pr œlium (prelium). Para mantener el uso clásico hay que pronunciar muy rápidamente la “E”, con objeto de formar una sola sílaba.

            CONSONANTES: las consonantes latinas se clasifican del modo siguiente:
H, que primitivamente marcaba una aspiración, perdió pronto, como en castellano, todo valor fonético.

X, es una doble letra que puede representar CS o GS (este dato es MUY importante recordarlo, sobre todo para la 3ª DECLINACIÖN, ya que esto podría presentar confusión entre las el grupo de palabras sigmáticas y asigmáticas.

PRONUNCIACIÓN DE LAS CONSONANTES: se pronuncian en general como las castellanas, pero si se quiere mantener, en lo posible, la pronunciación clásica, deben tenerse en cuenta las particularidades siguientes:

C, G ante e, i se pronuncian del mismo modo que ante a, o, u; ejemplos: Cicero ( se pronuncia quíquero), genus (pr. guenus), agito (pr. águito).

LL se pronuncia como dos eles, ejemplos: ille (pr. il-le), vallum (val-lum).

v se pronuncia como u consonántica: vir (pr. uir), vulnus (pr. uulnus).

4º Después de q y g la u se pronuncia siempre, con un sonido rápido; ejemplos: quartus (pr. cuartus), queror (pr. cuéror), sanguis (pr. sangüis).

CH se pronuncia siempre como C sencilla; ejemplos; pulcher (pr. púlquer), machina (pr. máquina).

Z equivale al sonido DS; ejemplos: gaza (gadsa), Zama (pr. dsama).
¯
CANTIDAD: a) De las vocales: el latín distingue entre las vocales largas y breves, según el tiempo que se tarde en pronunciarlas. En algunos escritos suelen indicarse las largas por medio del signo ¯ colocado por encima de ella:

ā         ē         ī         ō        ū

La cantidad breve por medio del signo

ă        ĕ        ĭ       ŏ        ŭ

Los diptongos son siempre largos.
b) de las sílabas. Una sílaba es larga en los tres casos siguientes:
Cuando contiene una vocal larga:
ē - r ā - dī - co       r ē - mus


Cuando contiene un diptongo:
Cae – lum          proe – lium             lau – do

Cuando su vocal, aunque breve, va seguida de dos consonantes:
Ter – ra               pul – cher

Una sílaba es breve cuando lo es su vocal y ésta no va seguida de dos consonantes:
d ŏ – m ĭ – nus         c ĕ - l ĕ - r ĭ – tas

 ACENTOS: para el acento prosódico latino valen las siguientes reglas:

·   los monosílabos son acentuados, excepto preposiciones, conjunciones y enclíticas. Ejemplos: réx, rús, et vox, cum spé, populús-que.


·   Los bisílabos se acentúan en la primera sílaba. Ejemplos: cór-pus, á-mo, só-ror.


·   Los polisílabos se acentúan en la penúltima sílaba, si esta es larga. Ejemplos: dó-mi-nus, pár-vu-lus, dú-ce-re.


·   Cuando a una palabra se une una enclítica, el acento cae en la sílaba que precede a la enclítica. Ejemplos senatus populús-que,  páter matér-ve.



La grafía y pronunciación del latín eclesiástico
Actualmente para la pronunciación del latín están en uso dos métodos, uno sigue la pronunciación eclesiástica tradicional y el la otra la restituta.

En los países neolatinos católicos, sobre todo en Italia, prevalece la pronunciación eclesiástica, consolidada por la Iglesia Católica (y recomendada por el Papa Pío X a todo el mundo católico) y que refleja en larga medida aquella que fue efectivamente la pronunciación del latín en una fase precisa (aunque tardía) de la historia y que se ha mantenido por una tradición ininterrumpida. En los países germánicos, por el contrario, prevalece la considerada pronuntiatio restituta, es decir, una pronunciación que se considera muy similar a aquella del latín clásico. La discusión sobre estas dos formas de pronunciación continúa abierta, indudablemente la restituta debería ser más cercana a la pronunciación de la edad clásica y que podemos reconstruir con suficiente seguridad a través de testimonios diversos, como las indicaciones sobre la pronunciación que encontramos en los escritos latinos, en particular en los gramáticos, las inscripciones del griego al latín y viceversa…


Es verdad que la Iglesia ha adquirido el latín hablado por el pueblo, y no ha inventado una nueva pronunciación: en efecto la pronunciación eclesiástica es más cercana al italiano moderno, porque las modificaciones de la fonética latina, si bien, no reflejadas en la escritura, fueron conservadas en la lengua oralmente hasta los primeros escritos en italiano. Además, como sucede también hoy con los idiomas hablados en grandes territorios, la pronunciación de ciertos sonidos puede ser diversa de localidad a localidad. Por lo tanto no se puede excluir del todo que la pronunciación eclesiástica y la pronuntiatio restituta, estuvieron vivas, ante todo, en épocas diversas y también que hayan convivido en el mismo periodo en regiones diversas, o también en los mismos lugares, pero en diversas clases sociales.

Los diptongos que encontramos en las palabras latinas son:

ae 
que en la pronunciación eclesiástica se lee e abierta, mientras que en la restituta mantiene los sonidos distintos.

oe que en la pronunciación eclesiástica se lee e abierta, mientras que en la restituta mantiene los sonidos distintos.

au que se lee siempre con los dos sonidos distintos.

ui que se lee siempre con los dos sonidos diferentes.

eu y, yi, que se encuentran solo en las palabras de derivación griega y se leen con dos sonidos distintos.

Consonantes

Para las consonantes la pronunciación eclesiástica tradicional, bastan pocas advertencias:

La h es muda, es decir no se pronuncia de hecho, ya sea al inicio que en el cuerpo de la palabra (herba, nihil); 

Los grupos ch, ph y th se leen respectivamente como k, f y t (Christus, philosophia, theatrum);

Laintervocálica se pronuncia normalmente sonora (rosa, asinus), mientras que es sorda al inicio del segundo elemento de la palabra compuesta (de-siderium, prae-sum);

El grupo ti seguido de vocal se lee zi (gratia, tertius); pero se lee ti después de t, s, x, en las palabras de origen griego y cuando sobre la i cae el acento (bestía, Miltíades, totíus):

La x suena k + s pero se lee g + s sonora en el grupo inicial ex + vocal (exercitus, exire) y en la palabra auxilium;

La z se pronuncia siempre sonora (zephyrus)

NOTA: Puede verse curso completo de latín en catholic.net.
                                Autoría de Mayra Novelo de Bardo. 
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