viernes, 15 de junio de 2012


GENERALIDADES

Región del Lacio (Latium) en Italia, donde surgió el latín.
Mapa extraído de Wikipedia
   La lengua latina. - El Latín fue primitivamente la lengua hablada en el Lacio, pequeña comarca de la Italia central, a la orilla izquierda del Tiber. Esta lengua, junto con otros dialectos, junto con el Osco y el Umbro, formaba la rama itálica de la gran familia de lenguas Indoeuropeas que se extendió por toda Europa y parte del Asia, y cuyos otros principales representantes son el Sánscrito, el Iranio, el Griego, el Eslavo, el Báltico, el Germánico y el Celta.
Ejercito romano
        Las armas romanas hicieron la fortuna del latín. La ciudad de Roma, que empezó siendo hacia el siglo VIII antes de nuestro Señor Jesucristo un pequeño pueblo de agricultores, se convirtió pronto en capital del Lacio y extendió después su autoridad sobre toda la península italiana. Las guerras con Cartago le dieron el dominio sobre el Mediterráneo occidental, España, Norte de África y costas meridionales de Francia. Los países de la parte oriental del Mediterráneo no tardaron en caer bajo la influencia del nuevo poder y pronto se convirtieron en provincias romanas.

     La lengua oficial de este Imperio era el latín, que paulatinamente fue suplantando las viejas lenguas indígenas; pero en los países orientales del Mediterráneo dominaba el griego, que por su alta significación como lengua de cultura, pudo resistir ventajosamente a la expansión del idioma romano. Así el latín se expandió de preferencia por el Occidente europeo.     En el siglo I antes de nuestro Señor, Roma, convertida en cabeza de un imperio mundial, se dio las instituciones adecuadas a su nueva función. El régimen imperial fue establecido en sus líneas esenciales por Julio Cesar y su sucesor Augusto. En aquel tiempo el Imperio se extendía sobre lo que hoy son los países siguientes: Italia, España y Portugal, Francia Gran Bretaña, Bélgica, provincias alemanas del Rin, Bohemia, Suiza, países danubianos de la Europa Central, Península Balcánica, Asia Menor, Siria, Palestina, Egipto y costa mediterránea del África.

     En estas regiones el latín fue evolucionando lentamente y adaptándose a las particularidades lingüísticas de cada una de ellas. Al romperse la unidad del Imperio ante el empuje de los pueblos nórdicos, desapareció el principal sostén de la unidad lingüística y se hizo posible la aparición de un sinnúmero de dialectos que con el tiempo habían de convertirse en las lenguas romances modernas.
     Nuestra lengua española no es más que la lengua imperial de Roma modificada por el genio particular del pueblo español y por las diversas influencias que desde entonces se han ejercido en España.
Misal de San Pío V
      
         Estudiar el latín es, pues, estudiar a la vez el idioma de nuestros antepasados, la fuente de nuestra lengua actual y el lazo de parentesco que la une con las demás lenguas modernas del Occidente de Europa, especialmente el portugués, el francés, el italiano y, en cierta medida, el inglés. Es, además, estudiar el vehículo de la cultura Occidental moderna y el medio de que se ha valido durante siglos, y se vale todavía la Iglesia Romana para ejercer su autoridad y definir su doctrina.


El texto está tomado del libro "Gramática de la lengua latina" de Eduardo Valentí Fiol. (Contiene mínimas adaptaciones para un grupo de alumnos en particular)


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